CURSO DE ADIESTRAMIENTO EN CUIDADOS INTENSIVOS PARA ENFERMERIA

.

domingo, 29 de agosto de 2010

IMPORTANCIA DEL CUIDADO EFICAZ
EN LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

Las úlceras por presión son definidas como aquellas áreas de daño en la piel y tejidos subyacentes las cuales aparecen mayormente en pacientes encamados, con movilidad disminuida y/o limitada quienes se encuentran continuamente sometidos a una compresión constante entre las prominencias óseas. Produciéndose, en la mayoría de sus casos como resultado de una fuerza perpendicular a la piel que origina el hundimiento tisular del tejido pudiendo ocluir el flujo capilar en los tejidos blandos (hipoxia), sin embargo si se persiste su daño durante un periodo de tiempo prolongado se obtendría la necrosis del tejido propiamente; además del daño que ocasiona por la fricción.

Según la Agencia para Programas e Investigación de los Cuidados de Salud de Estados Unidos (AHCPR) se clasifican las úlceras por presión en cuatro estadios:

1. Estadio I:
Eritema que no palidece tras presión. Piel intacta (en pacientes de piel oscura observar edema, induración, decoloración y calor local).

2. Estadio II:
Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a epidermis, dermis o ambas. Úlcera superficial con aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.

3. Estadio III:
Pérdida total de grosor de la piel con lesión o necrosis del tejido subcutáneo, pudiendo extenderse hasta la fascia subyacente pero sin atravesarla. La úlcera aparece como un cráter profundo y puede haber destrucción en el tejido adyacente.

4. Estadio IV:
Pérdida total del grosor de la piel con necrosis del tejido o daño muscular, óseo o de estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc.). También puede asociarse a destrucción y tractos fistulosos en el tejido adyacente.

Las úlceras por presión suelen localizarse en las áreas declive del cuerpo que se encuentran en contacto continuo con el colchón, fundamentalmente en las que presentan prominencias óseas que aumentan la presión.

Tomando en consideración que el propio ambiente intrahospitalario, hace que en muchos casos nuestros pacientes se encuentren en situaciones de riesgos por factores tales como el expuesto anteriormente, ya que el mismo bien sea por causa de estadías prolongados en cama en donde se limita o disminuye la motilidad del paciente, con fines terapéuticos, se logra ocasionar la disminución de la circulación periférica al igual que la oxigenación en la sangre, conllevando a que la piel se encuentre en un estado de resequedad que bien sea por presión o fricción, vaya destruyendo gradualmente los tejidos y/o capas de la piel. Por una parte y por la otra, el daño que se logra en conjunto con la infecciones que se asocian, en la gran mayoría de los casos, al inadecuado manejo de su cuidado por parte del personal de salud (enfermería principalmente) o bien sea por alguna otra patología que lo pudiera producir (desnutrición, cáncer, obesidad, etc.).

Por ello la importancia que radica para este tipo de pacientes, los cambios posturales al igual que el buen manejo (praxis) de las úlceras por presión, tanto como para su asistencia, prevención y/o rehabilitación de la misma, consiguiendo un mayor grado de independencia en el paciente, promoviendo así el autocuidado, la educación para el equipo de salud y/o familiar lo que conduce a implementar nuevas estrategias para evitarlas, ya que se ha comprobado por medio de diversos estudios que la formación de las úlceras por presión se pueden evitar siendo responsabilidad de la familia y principalmente del personal de enfermería por ello se hace hincapié en la educación, trayendo como consecuencia que la estancia intrahospitalaria en los pacientes no sean tan prolongadas aumentando notoriamente en su calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA

http://perso.wanadoo.es/aniorte_nic/apunt_cuidad_cronic_10.htm
http://web.usal.es/~acardoso/temas/ulceras.html
CADIME, tratamiento local de ulceras por presión, boletín terapéutico anda luz, escuela andaluza de salud publica; año 2000, vol. 16 Nº 5 (disponible en www.easp.es/cadime)
Logroño, Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Ulceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP). Directrices Generales sobre Prevención de las Úlceras por Presión. España. 2003.
Ellen Baily Raffensperger. Manual de la Enfermería. Grupo Editorial OCEANO. España. 2006

Publicado por: TSUE. Carolina Campos

martes, 24 de agosto de 2010

INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN EL MANEJO

DEL DOLOR DEL PACIENTE QUEMADO

El propósito fundamental del presente artículo es aportar desde la óptica de la experiencia clínica, E lineamientos básicos para ofrecer cuidados de enfermería efectivos para aliviar el dolor de los pacientes quemados.

Las características particulares del quemado dadas por hiperalgesia, estrés postraumático, impacto psicológico y estímulos nociceptivos repetitivos, justifican la importancia de establecer pautas de manejo, en donde la enfermera se consolida como parte fundamental del abordaje multimodal e interdisciplinario del dolor, por su capacidad de liderar los procesos de atención, con sentido humanístico y ético.

En todas las etapas del proceso de recuperación, la persona quemada experimenta dolor que fluctúa en su intensidad, dependiendo de la realización de procedimientos, de la capacidad de adaptación, del umbral del dolor y de las experiencias anteriores. El dolor no controlado produce efectos negativos que alteran la mayoría de los patrones funcionales de salud para los que se proponen intervenciones de enfermería basadas en la evidencia.

INTRODUCCIÓN

La alteración multisistémica que desencadena el trauma térmico está ampliamente descrita y se basa en L la respuesta neuro hormonal integrada y en los mecanismos moduladores de respuesta inflamatoria de los cuales depende la recuperación o la complicación del paciente quemado. Dentro de los objetivos terapéuticos, el control del dolor se debe considerar prioritario. El manejo efectivo del dolor debe ser el resultante de la participación de cada integrante del grupo de dolor orientado por el anestesiólogo; no obstante dentro del mismo, la enfermera es la responsable del aseguramiento de la calidad de la atención. Dentro de sus funciones asistenciales se encuentran: valorar la intensidad del dolor, administrar la medicación prescrita, asegurar la continuidad de la administración del medicamento, valorar la efectividad del tratamiento y monitorizar adecuadamente los efectos colaterales; sin embargo, el cuidado de Enfermería implica además desarrollar habilidades que le permitan afrontar de manera integral y personalizada el manejo y control del dolor de sus pacientes, en términos de oportunidad, continuidad y calidad.

El manejo del dolor también aborda un componente humanístico y ético trascendental para la integridad del paciente. La enfermera tiene la responsabilidad ética de implementar cuidados tendientes a aliviar el sufrimiento.

Todas las medidas que estén encaminadas a mitigar el dolor de los enfermos, dignifican y mejoran la calidad de vida.

CONCEPTOS FISIOPATOLOGICOS DE LA QUEMADURA

La quemadura se define como una pérdida de sustancias de la superficie corporal por coagulación y destrucción de la piel y del tejido subcutáneo, ocasionado por alteraciones térmicas que comprenden el calor, el frío, los agentes químicos, la electricidad y las radiaciones(1)

Los efectos producidos por las que maduras están relacionados con múltiples factores entre los que se destacan el tipo de agente que produce la lesión, la intensidad y el tiempo de contacto con dicho agente y su gravedad depende de indicadores como: superficie corporal comprometida, profundidad de la lesión, edad, localización con compromiso de áreas especiales y patologías asociadas.

La quemadura de primer grado afecta la capa córnea de la epidermis y se caracteriza por dolor tipo ardor de me diana intensidad, eritema, edema y ausencia de flictenas, no requiere hospitalización y no deja secuelas.

En la quemadura de segundo grado superficial se han comprometido dos capas epidérmicas: córnea y granulosa de la epidermis y la capa superior o estrato papilar de la dermis quedando expuestos importantes paquetes nerviosos del tejido cutáneo compuestos por las terminaciones nerviosas libre s (TNL) y los corpúsculos receptores los cuales hacen posible la percepción de sensaciones específicas como el dolor, el tacto y la temperatura, haciendo de la piel el tejido sensitivo más extenso del cuerpo; en la quemadura mayor de segundo grado se suceden cambios en la distribución del fluido corporal alteran, entre otros sistemas el sistema nervioso periférico, provocan la compresión e irritación de las TNL, ocasionando hiperalgesia en la zona lesionada.



La quemadura de segundo grado afecta la dermis reticular, contrario a la hiperalgesia que se experimenta en la quemadura de segundo grado superficial, en este tipo de quemaduras se presenta hipoalgesia por la destrucción de las TNL que se encuentran distribuidas en la dermis; sin embargo, aunque en las zonas afectadas no se perciba dolor, en las zonas aledañas la sensación dolorosa se desencadena debido, en un principio, a la respuesta inflamatoria, y posteriormente al proceso de regeneración y cicatrización de los diferentes tejidos.

Un fenómeno similar ocurre con las quemaduras de tercer grado, en donde la lesión abarca todo el espesor de la piel hasta alcanzar músculo y hueso, destruyendo por completo los elementos nerviosos allí localizados, presentándose analgesia del área afectada o de coagulación. Sin embargo, en la zona de estasis y de hiperemia se produce compresión e irritación de dichas terminaciones, haciendo que en los lugares aledaños a la quemadura el dolor sea intenso y el movimiento de la zona lesionada se limite.

Paralelamente a estas respuestas sucede en el organismo el llamado síndrome general de adaptación, descrito por Selye, en donde el dolor es el factor desencadenante que asociado a la angustia codevan al estrés postrauma, por influencia hipotalámica sobre la adenohipófisis, provocando la liberación de adrenocorticotropina las cuales actúan a nivel de las suprarrenales en la zona cortical, estimulando la producción de mineralocorticoides y glucocorticoides y en la zona medular adrenalina y noradrenalina que por sus efectos vasoconstrictores producen elevación temporal de la tensión arterial. Si el estimulo persiste se presenta la hipotensión por estimulación de los barorreceptores produciendo se el shock neurogénico; es de anotar la importancia de los cambios físicos y químicos que se suceden después del trauma térmico relacionados con la respuesta inflamatoria en donde juegan un papel importante los mediadores inflamatorios como los radicales libres de oxígeno, el factor de necrosis tubular, además la cascada de ácido araquidónico produce sustancias vasoactivas y quimiotácticas derivadas de los componentes de la membrana celular en respuesta a la lesión térmica.

Basados en estos conceptos, se debe considerar la magnitud del problema del manejo del dolor de las personas quemadas en donde independientemente del agente causal y de la profundidad de la lesión siempre estará presente la sensación dolorosa propia del daño tisular directo y de la respuesta inflamatoria presente.

Aspectos psicológicos del dolor

El impacto emocional de sufrir una quemadura es muy grande. La magnitud del cuadro sintomático depende de diversos factores relacionados con la gravedad de la quemadura, las circunstancias que rodearon el accidente, y el estado psicológico anterior del paciente(2) dentro de los efectos fisiológicos y psicológicos del trauma térmico, el estrés postraumático cobra gran importancia en el quemado. La descarga afectiva asociada en la alteración de la imagen corporal, la certeza de saber que todas las quemaduras dejan algún tipo de secuelas y el drama socioeconómico que enmarca a la mayoría de las personas quemadas, son elementos agravantes para que se presenten estados de ansiedad, depresión y las demás señales d e 1 a reacción de adaptación que exacerban el cuadro doloroso, las cuales no están relacionadas con la gravedad de la quemadura sino con la capacidad de respuesta emocional de cada persona.

Partiendo de esta base, la enfermera tendrá la tarea de incluir dentro de su rutina de trabajo la habilidad de emplear técnicas cognoscitivas y de comportamiento y aplicarlas en cada uno de los procedimientos nociceptivos realizados con el paciente, identificando desde el ingreso la carga emocional negativa de cada paciente y tratarlo individualmente, teniendo mayor cuidado con aquellos ansiosos y demandantes de mayor cantidad de analgésicos.

Aspectos éticos en el manejo del dolor

Dentro de las responsabilidades fundamentales del ejercicio profesional de la enfermera se encuentra el de “aliviar el sufrimiento”. Este precepto consagrado en el código de ética para enfermeras del CIE (Comité Internacional de Enfermeras) se debe reflejar en cuidados de enfermería tendientes a contribuir con un eficaz tratamiento del dolor. “Curar a veces, mejorar a menudo, cuidar siempre, es la esencia de la Enfermería, esa es la razón de su existencia como profesión. El profesional de Enfermería en su trabajo diario se encuentra con el sufrimiento y el dolor y esta condición favorece la cotidianidad con el dolor humano hasta el extremo de ver como normal la presencia del dolor en la persona quemada, limitando su accionar a la administración de tratamientos farmacológicos ordenados.


Bibliografía :

  • De Los santos, Carlos E. Guía Básica Para El Tratamiento Del Paciente Quemado. 1999-2005
  • Phillip, Farme. Quemaduras De Piel. 2005
  • Heradon, Tratamiento Integral De Las Quemaduras. 2009 Edición # 3
  • Milena, Adriana; Ruedas, Vargas; Pérez, Lina del Carmen, El Dolor En El Paciente Quemado: Intervencion De Psiquiatria. Psiquiatria de enlaces. Diciembre 2008
Publicado por: TSUE Alejandra Angel

domingo, 15 de agosto de 2010

Insulina Inhalada en Diabetes Mellitus

    Desde hace muchos años el tratamiento terapéutico en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 1 y 2, se han realizado con hipoglucemiantes orales o con una amplia gama de insulinas subcutáneas. Como es ya de saberse la DM tipo 2 es la forma más común y se controla con régimen dietético mas hipoglucemiantes orales, a diferencia de los pacientes portadores de la DM tipo 1 quienes dependen de inyecciones de insulina subcutánea mas frecuente, y en algunos casos acompañados también de tratamiento VO.

    Las casas comerciales junto con el personal de salud han innovado constantemente la forma del tratamiento en estos pacientes, como lo es con el empleo de sesiones educativas, además de la invención de dispositivos de fácil uso para la administración debida de insulina según cada tipo de paciente. La población diabética en nuestro país es bastante numerosa y actualmente representada en mayor numero por la población infantil y de tercera edad. Es de gran importancia en estos pacientes la educación o el entrenamiento adecuado y rápido que se les pueda brindar.

     En la mayoría de los casos los niños y ancianos exponen que sienten temor al dolor por las constantes inyecciones, temor a las consecuencias físicas de la hipoglucemia, falta de conocimiento sobre la enfermedad y su evolución, y déficit de conocimiento en el adecuado tratamiento.

     En los adultos es más frecuente el descuido o incumplimiento del tratamiento, ya sea por déficit de información o falta de compromiso y responsabilidad.

    Con las razones anteriormente descritas, han ocurrido avances terapéuticos, tales como el que les nombro a continuación: Insulina Inhalada en DM, la cual es indicada por médicos en los casos anteriormente descritos. El mecanismo de acción del tratamiento comprende:

    Después de un diagnostico acertado en estos pacientes con DM tipo 1, como es de saberse se inicia un tratamiento alternativo con insulina, la cual habitualmente su vía de administración será la subcutánea o intravenosa por su adecuada respuesta, esta es una proteína de elevado peso molecular e hidrofilita. Por otra parte, la llegada de una insulina cuyo diámetro es de 1 a 1.5 micras permite una adecuada administración y penetración en los alvéolos pulmonares y así rápidamente teniendo acceso a la circulación sistémica, causo altas esperanzas e ilusión en el cambio del tratamiento de estos pacientes, y a la vez planes de ingresos económicos para los laboratorios que pudieran ofrecer este tipo de tratamiento.

     Para estos, empresas encargadas crearon un dispositivo adecuado para su administración por vías aéreas. Se trata de un dispositivo que libera una formula de polvo seco de insulina humana, la cual presenta las siguientes características:

  • Después de una inhalación de una sola dosis. El 40 % alcanza el tejido pulmonar y el 10 % es biodisponible y carece de efecto.
  • La respuesta a desear es más rápida que la que se obtiene por la administración subcutánea.
  • Preferiblemente se debe administrar de forma prepandrial.
  • Es de acción rápida y su duración es media.
  • Se puede combinar con hipoglucemiantes orales.
  • Se debe usar en pacientes con fobia a las agujas o lipodistrofia cutánea.
  • Pacientes con niveles altos de Hemoglobina Glucosilada.
  • En pacientes que tienen gran rechazo a punciones repetidas o por problemas en la zona de punción.

Esta contraindicado: (1)

  1. Mujeres embarazadas.
  2. Niños y adolescentes.
  3. Tabaquismo.
  4. Asma y EBPOC.
  5. Vol. De espiración forzada.








Esta indicado en pacientes: (1)

  1. Diabetes tipo 1 en los que el beneficio de sustituir una insulina subcutánea de acción rápida por la insulina inhalada supere los posibles riesgos.
  2. Diabetes tipo 2 que no están controlados adecuadamente con antidiabéticos orales

En el Sistema Nacional de Salud, la insulina inhalada sólo se financiará para los que cumplan uno de los siguientes requisitos:

  • Mayores de 18 años, con diabetes tipo 1, siempre que no presenten ninguna contraindicación al tratamiento.
  • Mayores de 18 años con diabetes tipo 2, solamente cuando:
  • Presenten problemas en el punto de inyección (lipodistrofia severa) o
  • Presenten una fobia insalvable a la administración subcutánea de insulina y sin respuesta a terapia.

Algunas características especiales:

  1. Se mide en mgr y no en UI, y se aconseja la primera dosis de 1 y 3 mgr.
  2. El paciente debe estar bien entrenado para evitar hipoglucemias.
  3. Conocimientos sobre el uso del inhalador: Debe ser limpiado por semana, no tener humedad y la válvula interna se debe reemplazar cada 2 semanas.
  4. Se debe hacer controles espirometritos.
  5. Según el Instituto Nacional de Excelencia clínica y salud en el Reino Unido recomienda este producto en pacientes que tienen gran rechazo a punciones repetidas o por problemas de zona de punción.

    Estudios recientes en diversos países, en su mayoría europeos destacan que el uso de insulina inhalada no aporta mayor beneficio que el de insulina subcutánea. Debido a esto se seguirán ejecutando ensayos o pruebas aleatorias en población diabética sobre su uso ya que en la mayoría de los casos, causa severas hipoglucemias.

    Por otra parte se podría utilizar esta alternativa para disminuir el tiempo y numero de inyecciones de insulina subcutánea, pero de ninguna manera apartar el tratamiento con Ins. Subcutánea. Y esto lo sustento con algunas desventajas como:

  • Alto costo del dispositivo y capsulas de insulina.
  • Prolongación del volumen espiración forzada.
  • Alta incidencia de hipoglucemias.
  • Difícil manejo del dispositivo.
    Actualmente se encuentran algunas publicaciones con respecto a resultados de estudios, experiencias y opiniones hechas con este tipo de insulina. A continuación se describen algunos: 'Exubera': una historia fallida para decepción de pacientes y profesionales

    En enero de 2006, Pfizer celebraba un nuevo hito en la historia de la diabetes: la EMEA aprobaba su insulina inhalada para el tratamiento de los tipos 1 y 2. Para decepción de médicos y pacientes, esta nueva opción en insulinoterapia tuvo una vida muy corta en España, en donde aterrizó en junio de 2007. En octubre, el laboratorio paraba su distribución alegando causas comerciales. Novo Nordisk y Eli Lilly echaban el freno poco después al desarrollo de las insulinas inhaladas presentes en su pipeline. La danesa, sin embargo, no ha abandonado su deseo de facilitar la administración de la insulina a los pacientes diabéticos y afirma que investiga con un nuevo tipo que podría administrarse por vía oral.
    La insulina inhalada en vez de la insulina inyectada de acción corta no parece ser más eficaz para el control glucémico, pero los pacientes con diabetes pueden preferirla

    Se realizaron seis ensayos sobre la administración de insulina de acción corta mediante inhalación en vez de inyección. Gran parte de las pruebas todavía no se publicaron en forma completa. Hasta el momento, los resultados sugieren que la insulina inhalada resulta en niveles de hemoglobina glucosilada similares; también parece similar la incidencia general de hipoglucemia, aunque los pacientes prefieran la insulina inhalada a la inyectada. La calidad de las pruebas no es buena, solamente dos estudios parecieron utilizar la misma insulina basal en los grupos de insulina inhalada y los de insulina inyectada. Es necesario realizar estudios más largos para comprobar si hay efectos secundarios en el pulmón. Es necesario administrar más insulina por inhalación que por inyección para lograr el mismo efecto y el costo-efectividad no se ha evaluado aún. Artículo seleccionado por: Dr. Rolando Teruel Ginés.
Fuentes bibliográficas:



Publicado por: Lcda. Merlyn Cabrera